domingo, 23 de junio de 2013

La historia de la educacion y la economia.



La economía de la educación no ha sido una de las áreas de especialización preferidas
Por economistas, ni ha contado con la simpatía de educadores. Sin embargo tanto el acelerado
Desarrollo en la aplicación del análisis económico a diversas áreas, como el extraordinario
interés por la educación como un instrumento de desarrollo, han renovado la atención sobre
las respuestas o al menos sobre las intuiciones que el análisis económico es capaz de aportar
en el campo educativo.

Dentro de este contexto, se presenta a continuación, una mirada al desarrollo histórico
de la economía de la educación. En primer lugar se describen las principales tendencias en el
desarrollo de este campo. Posteriormente se analiza la influencia de esta área en el caso de
nuestro país, a través de un seguimiento sobre lo producido en los últimos 30 años.
Economía de la educación: perspectiva histórica (1)

La economía de la educación emergió como una disciplina formal en la década de los
60. Se debe tener presente, sin embargo, que las ideas centrales sobre la importancia del
capital humano se remontan a los siglos XVIII y XIX. Tanto Adam Smith, como Alfred
Marshall llamaron la atención sobre la importancia de la educación en términos de inversión
en capital humano. De hecho, Adam Smith, puntualizaba en La Riqueza de las Nociones, en
1776, que la educación ayudaba a incrementar la productividad de los trabajadores, en la
misma forma en que la compra de una nueva maquinaria, del otra forma de capital físico,
incrementaba la capacidad productiva en una fabrica o empresa. En los primeros años del
siglo XX, el economista ruso Strumilin (1924) y otros economistas europeos plantearon,
igualmente, analogías entre la inversión en educación y la inversión en capital físico.
Es a fines de la década de los 50 y comienzo de los años 60, cuando se da inicio a un
rápido desarrollo en el campo de la economía de la educación. En los trabajos de Theodore
Schultz (1961), Edward Deninson (1962).


Gary Becker (1962) se encuentran algunos de los principales aportes al desarrollo
teórico y al análisis de la educación desde una perspectiva económica. A la vez aparecen las
primeras implicaciones de política que surgen de dicho desarrollo teórico. En 1961 Schultz
llama la atención sobre la inversión en capital humano. Sugiere que la economía crece a tasas
mayores a las que se explicarían por el crecimiento de los Factores tradicionales de
producción (tierra, trabajo, y capital físico). Esto, debido a la omisión del capital humano
como factor de producción. Siguiendo esta línea de pensamiento, en 1962, el economista
Edward Denison usó el concepto de función de producción para identificar la contribución de
los diferentes factores de producción al crecimiento en el producto de los Estados Unidos
entre los años 1910 y 1960. Análisis preliminares demostraron que el trabajo y el capital
físico no explicaban en su totalidad el crecimiento del producto. Al profundizar el análisis de
lo que luego se denominó factor residual", Denison sugirió que mejorías en la calidad de la
fuerza de trabajo, incluyendo incrementos en educación, eran importantes, junto con otros
factores, tales como el progreso tecnológico y las economías de escala para explicar el
crecimiento del producto. En esta línea de pensamiento, es necesario mencionar los trabajos
de Abrarnowitz (1956) y Solow (1957), como precursores de la idea de que una buena parte
del crecimiento del producto no podía ser explicado por la suma del crecimiento poblacional
y la acumulación de capital. Abrarnowitz fue el que acuñó por primera vez el termino "factor
residual". Más tarde, este concepto sería rebautizado con en nombre de "factor Solow." En
1964 Gary Becker medía la tasa de retorno de la inversión en educación, el entrenamiento, y
otras formas de inversión en capital humano, en lo que significó un nuevo e importante paso
en la formalización de la idea de capital humano como una inversión tan o más productiva
que la inversión en capital físico.

Desde el enfoque inicial de capital humano, hasta nuestros días, la economía de la
educación ha experimentado un desarrollo acelerado aunque no lineal, pasado incluso por
períodos de escepticismo y desilusión, y no estando exenta de fuerte controversias.
La investigación en el área ha retomado fuerza en los últimos años, en la medida que
la educación ha pasado a ocupar un lugar destacado en la discusión pública en la mayoría de
los países, y, especialmente, debido a la potencial vinculación entre educación y desarrollo
económico. En 1985, Mark Blaug describía la historia de la economía de la educación como "una
historia de rápida declinación en sólo 30 años de historia. Para Blaug la década de los 60 se
podía caracterizar como una época de fuerte creencia en la teoría del capital humano y en el
análisis de tasas de retorno en educación. la década de los 70 podía ser vista como una época
revisionista, en la cual se enfatiza el enfoque de screening o credencialismo (2) y el análisis
de las nuevas tendencias de los mercados laborales, y la década de los 80, como un período de
estancamiento, y de profundo escepticismo de parte de los economistas respecto efectivo
Potencial de la educación. No obstante esta visión pesimista, existen numerosos ejemplos
Acerca de la considerable influencia ejercida por la economía de la educación tanto en países
Desarrollados, como en países en desarrollo, en particular en la implementación de reformas
Educativas.

A través de su corta historia en un plano formal, la economía de la educación ha
Abarcado un numeroso conjunto de áreas y temas, tratando de aplicarla teoría económica al  campo educativo. Entre estas figuran: el enfoque de capital humano, la función de producción aplicada a educación, el análisis de tasas de retorno

La Escuela



La escuela primaria mexicana laica, popular y gratuita

El siglo XX mexicano inicia con una escuela primaria donde domina el trabajo, el silencio y el orden, donde se pretende desarrollar una educación integral y en la que se ha distinguido claramente la diferencia entre educar e instruir, asumiendo la escuela pública como tarea central la de educar.

No obstante esa herencia del siglo XIX, el desarrollo y evolución de la educación primaria en el siglo XX, sus vicisitudes, su cobertura y apoyos; sus contenidos y planes de estudio, sus formas de trabajo y enfoques, están ligados a la Revolución mexicana, a su aliento e impulso. El mismo decreto que ordena la creación de las escuelas rudimentarias (1911), es el preámbulo de este cambio, pues reconoce, tardíamente, lo imposible de construir la nacionalidad mexicana si los indígenas, las dos terceras partes de la población, carecen de la comunidad de lenguaje.

El porfiriato había desarrollado la escuela primaria, pero la educación era básicamente urbana, para la clase media y alta, la atención a la población rural y a la clase obrera era mínima. A pesar de tener un enorme número de analfabetas y una población mayoritariamente rural, los distintos gobiernos del siglo XIX no se propusieron como política, llevar la educación a los sectores más desprotegidos. Será hasta después de la Revolución mexicana cuando se impulse una vigorosa política de Estado en materia educativa, y la SEP será el pivote de la escuela rural mexicana con sus distintos énfasis y etapas, y de la educación laica, pública, gratuita y popular de nuestro país.

Así nos encontramos que los investigadores del sistema educativo mexicano han dividido el desarrollo de la educación del siglo XX en diferentes etapas. Por ejemplo, Latapí nos habla de cinco proyectos sobrepuestos:




a) el original de Vasconcelos (1921), adicionado por las experiencias de la educación rural de los años que siguieron a la Revolución; b) el socialista (1934-1946); el tecnológico, orientado a la industrialización, puesto en marcha desde Calles y Cárdenas por influencia de Moisés Sáenz (1928); d) el de “la escuela de unidad nacional” (1943-1958), y e) el modernizador, hoy dominante, cuyo despegue puede situarse a principios de los setenta”

A su vez, Ornelas hace su propia división del sistema educativo mexicano partiendo de analizar la filosofía del sistema educativo mexicano. En razón de ello señala cinco proyectos: la educación laica (1917-1934), el interregno socialista (1934-1946), la unidad nacional (1946-1980), los albores de la modernización de la educación (1980-1992) y la transición de la década de los noventa (1992-).

Los historiadores han hecho otra subdivisión. Por ejemplo, la clasificación que Meneses hace de un primer periodo, 1911-1934, que a su vez subdivide en varias etapas:


1) preparación de la escuela popular (1911-1914) con los ensayos titubeantes de Madero, Huerta y los primeros años de Carranza; 2) creación de la escuela popular (1915), con la ley del gobernador de Veracruz Cándido Aguilar; 3) grave crisis producida por la municipalización (1917-1920) que afecta a la recién fundada escuela popular; 4) edad de oro, con la creación de la SEP (1921-1925); 5) una segunda crisis (1926-1934) debida a la persecución religiosa y a los inestables gobiernos del maximato, acompañada de momentáneos destellos de progreso, obra de los secretarios Aarón Sáenz, Puig y del mismo Bassols.



Empero, podemos afirmar que independientemente del nombre que se le dé, el espacio que abarca de 1921 a 1940 corresponde a una misma etapa, resultado del gran impulso generado por el movimiento armado de 1910-1917 y que se concretó en el artículo 3º. Constitucional de 1917. Ese período llamado por algunos populista, es el momento del gran impulso a la educación rural y que abarca distintos momentos: la escuela rural, las misiones culturales, los centros culturales, las casas del pueblo y la educación socialista, prevaleciendo de manera general, lo que conocemos como escuela de la acción.

De 1940 a 1958 se puede ubicar otra etapa: la llamada de la unidad nacional (aunque desde nuestra independencia el propósito de la educación pública, ha sido ese, la unidad nacional). Esta etapa incluye la unificación de los planes de estudio de la educación primaria y normal, perdiéndose la distinción entre lo rural y lo urbano, una nueva Ley Orgánica de la Educación Pública de 1941, la modificación del Art. 3º. Constitucional y el crecimiento de la educación pública sobre todo en las zonas urbanas. Una tercera etapa la ubicamos de 1959 a 1982, cuando, ante la demanda creciente de educación básica y el abandono de la educación rural, el gobierno federal toma nuevas medidas para ampliar la cobertura educativa: en esta etapa se encuentra el Plan de Once años, los intentos de planificación integral de la educación, la Reforma educativa de 1972, hasta lograr la cobertura casi universal de la educación primaria. A partir de 1982 se inicia un proceso de cambios paulatinos, de una “nueva modernización” sobre todo en el campo económico, y una reforma del Estado que en lo educativo culminará con la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) en 1992 y que dio origen a una nueva relación entre la Secretaría de Educación Pública, los gobiernos estatales y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

El impulso a la escuela rural

Es necesario decir que la historia de la educación primaria es en gran medida, y sobre todo hasta 1940, la de la educación rural, sin que ello signifique que no hay una educación urbana, después de esa fecha la historia está mas referida a la escuela primaria en general, tanto rural como urbana, aunque la política educativa puso especial énfasis en esta última.

Remontémonos unos años atrás. En las postrimerías del porfiriato se creó, en 1905, la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, antecedente inmediato de la actual Secretaría de Educación, quedando bajo la dirección de JUSTO SIERRA MÉNDEZ, quien convocó en marzo de 1910 a la realización del Tercer Congreso de Educación Primaria, continuación de los dos anteriores realizados entre 1889-1891, convocados por el entonces secretario de Justicia e Instrucción Pública JOAQUÍN BARANDA. La Comisión organizadora del Tercer Congreso estuvo formada por GREGORIO TORRES QUINTERO Jefe de la Sección de Educación Primaria y por DANIEL DELGADILLO, Secretario de la Dirección de Educación Primaria. Los temas que se iban a tratar eran los siguientes: la uniformidad de la educación, la atención a la educación indígena, la revisión del cumplimiento de los acuerdos de los dos congresos anteriores y el papel de la escuela en la campaña antialcohólica. El Congreso se realizó del 13 al 24 de septiembre, y el día 22 se inauguraba la Universidad Nacional de México, (UNM) ambos acontecimientos en el marco de la celebración del centenario de la Independencia. El Congreso desaprovechó una excelente oportunidad, pues los temas a tratar eran importantes y por demás urgentes, sin embargo, el resultado fue una serie de informes sobre la educación primaria.



Poco antes de la caída de Porfirio Díaz, JORGE VERA ESTAÑOL propuso una Ley de Instrucción Rudimentaria, -basada en un proyecto de Torres Quintero- la cual es puesta en marcha por el gobierno interino de Francisco León de la Barra, el 7 de junio de 1911 y cuyo objetivo era proporcionar educación al pueblo, principalmente a los indígenas. La escuela rudimentaria, como su nombre lo indica, se propuso enseñar a los indígenas a hablar, leer y escribir en español y a manejar las operaciones elementales de cálculo, duraría dos cursos anuales y no sería obligatoria. Las escuelas se establecerían en las regiones de mayor número de analfabetas.
Meses después ALBERTO J. PANI, subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, publicó un estudio sobre dicha Ley y señaló entre las principales dificultades para su aplicación: la población tan grande a la que había que alfabetizar (más de 10 millones en su mayoría indígenas y con una pluralidad lingüística y de dialectos difícil de unificar en una política común); lo insuficiente del presupuesto, ya que se requerían más de 40 millones de pesos anuales y se proporcionaron 300 mil al principio y luego 160 mil; y, finalmente, la premura con la que se elaboró la ley y su deficiencia en considerar una educación integral.

Las escuelas rudimentarias fueron tema importante a discutir en el Segundo Congreso Nacional de Educación Primaria (1912) ya que constituían el primer paso para satisfacer una necesidad imperiosa olvidada por muchos años: atender a la mayoría de la población, educándola para integrarlos al desarrollo del país. como ciudadanos responsables. Para 1912, a menos de un año de su creación, Torres Quintero informó que había 88 escuelas en plena actividad, en octubre se crearían 118 más, cada escuela tenía aproximadamente 50 alumnos.

Aunque el presidente Madero (1911-1913) había prometido ampliar la educación, lo limitado del presupuesto no le permitió hacerlo, por lo que se concentró en el apoyo a la educación rudimentaria. Su creación y ampliación se comprende como parte del proceso de federalización de la educación que se había establecido a raíz de la creación de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.

Durante el gobierno de Victoriano Huerta (1913-1914) es nombrado Secretario de Instrucción Vera Estañol, quien impulsó decididamente las escuelas rudimentarias; se propuso construir 5 mil y para ello logró un presupuesto de 4.5 millones de pesos. Al renunciar, pocos meses después, la escuela rudimentaria fue suspendida.
Con Venustiano Carranza como Primer jefe del Ejército Constitucionalista, (1913-1917) la educación pública da un giro de 180 grados: la Secretaría, aún sin cumplir 10 años de creada empieza a ser desmantelada, aduciendo que se había convertido en un nido de corrupción y favoritismos. En realidad FÉLIX A PALAVICINI, encargado de la Secretaría, al igual que Carranza, eran unos liberales clásicos, convencidos de que el Estado debía participar poco en las tareas públicas; por lo tanto la educación debía ser responsabilidad de los estados y municipios. A fines de 1915, Carranza había declarado a la prensa extranjera, “México tendrá dentro de poco tantas escuelas como les sea posible edificar a las autoridades municipales y del estado”.

México, decía Palavicini, debía imitar los sistemas federales de Norteamérica y Suiza. Fue así como las escuelas rudimentarias, todas ellas federales, pasaron también a control de los municipios y los estados. Promulgada la nueva Constitución, el 5 de febrero de 1917, la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes desapareció oficialmente, quedando la educación bajo control de los estados y municipios, tal como lo estipulaba el Art. 3º. Constitucional, recién aprobado.

Como resultado de esta nueva organización, las escuelas de la capital pasaron a depender del Ayuntamiento. Dos años después, y ante la incapacidad del municipio capitalino para atender debidamente a las escuelas, el gobierno federal asumió de nueva cuenta su control pasando a depender del Departamento de Educación Pública.

Economia Educacion Y Escuela




Concepto de escuela: Se llama escuela al establecimiento estatal o privado que posee fines educativos, a donde asisten los alumnos con el fin de obtener sus estudios básicos, para luego tener la posibilidad de ingresar en la universidad, o para obtener más oportunidades en el campo laboral en general, si no desean ingresar en los estudios superiores o universitarios. 
 
Concepto de economía: La economía es una ciencia social que estudia cómo las personas, organizaciones y países asignan los recursos. Tiene como objeto el estudio de las relaciones de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, servicios e ideas. La finalidad principal de la economía es mejorar el bienestar de las personas, lo que no necesariamente significa otorgarles la mayor cantidad de bienes de consumo.
 


Concepto de educación: La educación puede definirse como el proceso de socialización  de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores.

El proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen cambios intelectuales, emocionales y sociales en el individuo. De acuerdo al grado de concienciación alcanzado, estos valores pueden durar toda la vida o sólo un cierto periodo de tiempo.